El 13 de agosto, al medio día, justo al cañonazo de las 12 nació mi segundo hijo, su nombre es Agustín.
Todo salió perfecto. Liz nuevamente se lució en la sala de parto con su enorme fortaleza. Obviamente, al igual que con el nacimiento de Diego -mi primer hijo- me sentí el ser más inútil de la tierra. Puede sonar machista -me da lo mismo como lo tomen- pero la naturaleza dispuso que los partos son pega de mujeres y lo único que le queda a uno como hombre es dar ánimo.
Ya tenemos una semana con Agustín en casa y todo anda super bien. Diego de a poco va asimilando su nueva realidad: aprender a compartir el cariño que recibía hasta hace poco de forma exclusiva.
Hace 4 años también me manifesté por el nacimiento de Diego a través de este medio.
Todo salió perfecto. Liz nuevamente se lució en la sala de parto con su enorme fortaleza. Obviamente, al igual que con el nacimiento de Diego -mi primer hijo- me sentí el ser más inútil de la tierra. Puede sonar machista -me da lo mismo como lo tomen- pero la naturaleza dispuso que los partos son pega de mujeres y lo único que le queda a uno como hombre es dar ánimo.
Ya tenemos una semana con Agustín en casa y todo anda super bien. Diego de a poco va asimilando su nueva realidad: aprender a compartir el cariño que recibía hasta hace poco de forma exclusiva.
Hace 4 años también me manifesté por el nacimiento de Diego a través de este medio.
Felicidades!! a ud. y su esposa.
ResponderBorrarSaludos!
Bye!
A fumarse un habano :D
ResponderBorrar...y más encima nació el mejor día dle mundo... nada que decir...
¡¡Foootooos!!
ResponderBorrar