viernes, 2 de junio de 2006

De encapuchados y encascados


El movimiento de los estudiantes ha tenido como invitados de piedra a las siguientes lacras:

Encapuchados:

Los infaltables en cualquier manifestación ciudadana, siempre arruinando cualquier movimiento social con un sin sentido que sólo se compara con los encascados, se destacan en el extraño arte de lanzar piedras. Su “antisociedad” no tiene fundamento alguno, sólo el estúpido deseo de destruir, de arruinar los únicos y reducidos espacios de expresión ciudadana. Los estudiantes han tenido la genialidad de separarlos de su movimiento al alzar las manos cuando realizan marchas en las calles.

Hay muchas teorías respecto de su origen: simples antisociales, personas descontentas (¿con qué, jejeje?), amantes de la destrucción y el caos y la otra y no menos descabellada, la de personas infiltradas por encargo ya sea por el gobierno de turno para destruir cualquier manifestación en su contra o en caso contrario, de la oposición al gobierno de turno, para así dar a entender que no hay capacidad de mando ni control de la situación.

De lo que si tengo certeza es que no ayudan en nada a mejorar las precarias condiciones en que viven las personas que el Estado no es capaz de proteger y que tampoco quiere escuchar.

Encascados:

Los encascados, se caracterizan por vestir de verde, hablar parcamente, similar a un robot. Se escudan en la ridícula frase “sólo cumplo con mi deber” ¿es que acaso, no cabe un mínimo de criterio en su cabeza? ¿Verán tan lejano el “buen” sentido común? ¿esa frase la dirán con alguna grado de conciencia o les nace de lo profundo de su vacío mental?

Se dice que están para protegernos, para resguardar el orden y la seguridad. Eso se dice, como se dicen muchas cosas. Los últimos hechos de esta semana han demostrado lo contrario. Yo en lo personal fui víctima en dos ocasiones de sus excesos (o mejor dicho abusos) esta última semana, el martes cuando casi me trague por completo una bomba lacrimógena mientras esperaba el bus para volver a mi casa y hoy jueves, cuando inexplicablemente me querían llevar detenido sin dar motivo alguno. Eso ocurrió hoy a las 8.00 de la mañana en alameda con Santa Rosa, sin siquiera haber disturbio alguno, actuaron con una improvisación envidiable, patética y ridícula, como buscando a cualquier persona para detener, después de que no fueron capaces de darme a entender el motivo de mi detención, de improviso (nuevamente) fueron a la siga de otra persona, quizás porque les pareció sospechoso (o para cumplir su deber).

En estos instantes nuestra Presidenta está dando un mensaje por cadena nacional el cual veo como patéticamente se difumina por el aire. Sólo es eso, una vibración en el aire. ¿Cuánta responsabilidad le cabe al gobierno en todo esto? Sólo una parte.

La responsabilidad es de toda la clase política, de un lado y de otro, que se ha repartido los beneficios del tener el control del país, dejando las sobras, la basura y la miseria al resto del país. La concertación ha avalado un modelo heredado de la dictadura militar, sus leyes (Sistema Binominal, LOCE, entre otros) y la concertación ha sabido beneficiarse de eso, llenando sus bolsillos, acomodando a personas en cargos públicos, donde el pituto es el único que te puede salvar y solventar tu futuro